Todos los trabajadores deben hacer frente a una serie de obligaciones fiscales con carácter trimestral o anual, algunas opcionales y otras de carácter obligatorio, entre las que se encuentran el IRPF de los autónomos.
Estar al día en el pago de estos impuestos es esencial. De otra forma no se podrá seguir con la actividad desempeñada, y se podrá incurrir en gastos por demora o impago, cuando no en otro tipo de delitos.
El IRPF o Impuesto de las Personas Físicas es uno de los más relevantes al que tienen que hacer frente los trabajadores por cuenta propia en relación a las rentas de su actividad. ¿Qué es y cómo funciona?
¿Qué es el IRPF de autónomos?
El IRPF de los autónomos es un gravamen, personal y directo, de pago obligatorio que se impone sobre las rentas económicas o las ganancias de todas las personas físicas, bien sean trabajadores por cuenta propia o por cuenta ajena.
En el caso de los autónomos es una imposición que grava los rendimientos derivados de la actividad económica que desempeñan.
La Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas regula todo el funcionamiento y obligaciones relativas al IRPF de autónomos, incluidos aspectos como las deducciones aplicables o los modelos a utilizar en la declaración.
Características del IRPF de autónomos
El IRPF es un impuesto de tipo personal, directo y progresivo.
Estas características tienen como consecuencia que el pago a realizar no es igual para todos los autónomos, tal y como sucede con otros impuestos como el IVA, donde se aplica un porcentaje general o reducido para todos los bienes y servicios, independientemente de quien los adquiera. En el caso del IRPF la cuantía es calculada de manera individual.
Es personal, porque se grava en función de las circunstancias y características individuales de la persona física.
Se aplica sobre la generación real de rentas e ingresos de la persona física, y no a acciones concretas como el IVA, por lo que es directo.
Y progresivo, puesto que se articula en diferentes tramos y porque impone mayor carga a quien tenga ingresos y rentas más altas. Eso sí, respetando el principio de no confiscatoriedad, que suponga la privación absoluta de bienes.
Funcionamiento del IRPF de autónomos
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas de autónomos es un gravamen de tipo periódico que se realiza en función de los ingresos, gastos e inversiones relacionados con la actividad del trabajador por cuenta propia.
Los autónomos pueden tributar el IRPF por medio de 3 mecanismos diferentes, algo que los diferencia de la tributación de los trabajadores por cuenta ajena a los que se les retiene de sus haberes una cantidad y solo tienen que presentar una declaración anual.
Mecanismos tributación IRPF
- Se puede realizar mediante retenciones de IRPF en las facturas emitidas. Suelen ser habituales entre profesionales y empresas, y es la empresa a la que se emite la factura la que envía este dinero a la Agencia Tributaria en nombre del autónomo. Están obligados a aplicar esta retención sobre la base imponible en sus facturas, todos aquellos autónomos que emitan facturas a otras empresas o a otros trabajadores por cuenta propia. Lo normal es aplicar un 15% para que la empresa lo pague en su nombre a Hacienda a través del modelo 111, aunque aquellos que estén en sus primeros 3 años de actividad y los artistas pueden aplicar el 7%; además los del sector agrario pueden aplicar entre el 1 y el 2%.
- Pagarlo de manera trimestral a través de declaraciones a Hacienda por medio de los modelos 130 o 131. Los tramita directamente el autónomo en función de estimaciones. Aquellos que reciben menos del 70% de sus ingresos por medio de facturas con retención deben presentarlos de manera obligatoria.
- Declaración anual del IRPF. Es un modelo general y obligatorio al superar cierto umbral de beneficios. Tiene en cuenta los ingresos reales y las características personales y familiares del autónomo.
Es decir, de manera genérica se puede decir que el funcionamiento es sencillo: los autónomos adelantan a lo largo del año el IRPF y al año siguiente presentan una declaración anual para ver si se ha pagado correctamente o no la cantidad adeudada a la Agencia Tributaria.
En caso de haberse excedido en el pago, la Agencia Tributaria procederá a devolver el importe pagado de más. En caso contrario, emitirá orden de pago por el importe que quede por satisfacer dependiendo de los ingresos reales de la persona física.
¿Cuáles son los 3 regímenes de autónomos?
Existen 3 regímenes diferentes por los que un autónomo puede pagar el IRPF. La elección de uno u otro por el trabajador por cuenta propia dependerá de diferentes circunstancias e implica pagos fijos o variables, además de posibles beneficios
Régimen de estimación directa
Es de tipo variable y basado en las rentas anuales reales que se obtengan. Se establecen diferentes tramos dependiendo de las ganancias efectivas y se tributa un porcentaje en relación con el tramo seleccionado, que suele estar entre el 19 y el 47%.
Régimen de estimación directa simplificada
Es similar al anterior, pero con menos obligaciones de tipo contable. Es útil para aquellos autónomos que no tengan ganancias grandes y que realicen una actividad limitada.
Régimen de estimación objetiva
Este es el régimen que popularmente se conoce “por modulos”. Se trata de un método de carácter opcional en el que se paga un porcentaje fijo en función de una estimación objetiva de los rendimientos. Se suele establecer en un 3 o 4 % de los rendimientos estimados Una estimación que suele basarse en parámetros como los metros cuadrados del local o el número de trabajadores, por ejemplo.
¿Cómo hacer la Declaración de la Renta de autónomos?
La Declaración de la Renta es una obligación anual que han de realizar todas las personas físicas, incluidos todos los autónomos. Este año 2024 se ha eliminado además el mínimo que evitaba no tributar por este impuesto y todos los trabajadores por cuenta propia deben realizarlo.
Para presentarla, se deben de rellenar una serie de modelos preestablecidos por la Agencia Tributaria y tener en cuenta todos los ingresos y gastos afectos a la actividad profesional.
Puede ser conveniente pedir a Hacienda que remita los datos fiscales que obran en su poder, dado que aportarán información sobre los datos que Hacienda tiene y será más fácil ajustarse a ellos, pudiendo además corregirlos o subsanarlos en caso de errores. Por ejemplo, podrá comprobarse que las empresas o autónomos obligados a incluir las retenciones de las facturas a través del modelo 111 lo han hecho.
Algunos modelos para presentar el IRPF
Existen diferentes modelos que deben presentarse en función del tipo de régimen o periodicidad que el autónomo haya elegido para satisfacer sus obligaciones fiscales.
Modelo 130
Es el modelo obligatorio para los autónomos en régimen de estimación directa cuyas facturas con retención supongan menos del 70% de su facturación total. Por medio de este modelo se liquida el pago fraccionado del IRPF de manera trimestral.
Modelo 131
El modelo 131, es de carácter trimestral y obligatorio para los autónomos en régimen de estimación objetiva que realizan con él, el pago del IRPF se realiza de manera fraccionada.
Modelo 111
Sirve para declarar e ingresar las retenciones aplicadas por autónomos a sus empleados o proveedores. Se trata de un modelo de carácter obligatorio.
Modelo 115
El modelo 115 es para declarar y liquidar trimestralmente las retenciones por IRPF aplicadas por arrendar o subarrendar inmuebles
Gastos deducibles y no deducibles en el IRPF de autónomos
Existen diferentes gastos que los autónomos pueden deducirse de la base imponible para calcular el pago del IRPF. Sin embargo, estos deben cumplir una serie de requisitos obligatorios, dado que no todos los gastos son deducibles.
Gastos deducibles
Son todos aquellos gastos afectos a la actividad económica que estén perfectamente justificados y registrados contablemente.
Entre ellos pueden ser los sueldos o salarios, la cuota de autónomos, arrendamientos, reparaciones y conservación, gastos financieros, tributos deducibles y otro tipo de gastos.
Gastos no deducibles
La Agencia Tributaria establece además una serie de gastos que no son en ningún caso deducibles a la hora de presentar la liquidación del IRPF de los autónomos. Entre estos gastos están las multas y las sanciones, los donativos, las pérdidas del juego, el IVA soportado ya deducido en declaraciones trimestrales y otros.
La importancia de la facturación para el IRPF
Mantener las facturas de la actividad económica al día y perfectamente ordenadas y accesibles es una prioridad para cualquier autónomo. Esto facilitará considerablemente la realización de todas las declaraciones y liquidaciones del IRPF y permitirá evitar errores que luego puedan ser objeto de sobrecargos o sanciones.
Una manera apropiada de hacerlo es mediante un software de facturación electrónica como el que ofrece Flesip. Su software de facturación permite mantener el control absoluto sobre ingresos y gastos, facilita el proceso de emisión y seguimiento o permite generar informes automatizados.
Además, Flesip es Agente Digitalizador oficial del Programa Kit Digital del Gobierno de España, que permite obtener subvenciones para la implementación de soluciones o servicios de digitalización para autónomos o pymes.
Por ello, puede ayudar en la tramitación y obtención de estas ayudas, así como en la implantación del software de facturación electrónica, que podrá de esta manera ser gratuito para el autónomo. Una solución que es mejor no dejar pasar y que está disponible hasta el 31 de diciembre del 2024.
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